martes, 20 de marzo de 2012

El día que casi muero

17:05 horas aprox. Lunes.

Ese día lo comencé feliz pensando en la gente que respeto. Al acercarse la tarde sufro una serié de roces familiares. Tirando a enfados. Me despido mosqueada de mi familia. Cerca de las 16:15 mi hermano se va del autobús sin despedirse siquiera. Le sigue una buenrollista peineta de mi parte.

16:30 minuto abajo minuto arriba. Me enfrasco en mis pensamientos. Es increíble cuanto cambia la vida en tan poco tiempo, amigos que siempre veía ahora sólo son conocidos que saludas al pasar. Cambia todo tan rápido... amigos que antes vivían con sus padres ya tienen casa propia. ¡Ay la amistad! Amigos van amigos vienen...

Volvamos al principio: Las 17:05 ¿Verdad?
En mi mundo pierdo el contacto con el exterior. ¡Ras! Cruzando la carretera por poco me arrolla un autobús. Casi me muero. Por unos pocos segundos no me atropella. Segundos vitales. Uno, quizás dos. Parece mentira que esos pocos segundos distingan la vida de la muerte.
Se habré la puerta del bus-Era el 18 "Seminario" me acuerdo perfectamente-
El conductor me dice que qué es lo que hago. ¡Estaba en verde! Respondo.
-Pero hija estaba en verde en la otra acera.
-No, se acaba de poner -exclamé-
Siguieron un par de frases más defendiendo nuestras respectivas posturas.
Finalmente digo:
-Ande pasé, esta en verde déjeme pasar. Y finalmente se marcha.
Cruzo -lo que he tenido que pasar por algo tan simple- y me dirijo a la parada de ¡Oh dulce ironía! el autobús. Aún no ha llegado. Esperando me paro a pensar en por que poco no siento estos minutos, en que jamás podría haber visto ese rayo de sol.
El bus llega tarde. Por poco muero de prisa innecesaria.




No hay comentarios:

Publicar un comentario